Salud y Navidad
Con la llegada de la Navidad llegan una serie de celebraciones previas como las cenas en casa de familiares, las comidas con los compañeros de trabajo y los encuentros con los amigos, hasta llegar a la tan simbólica cena de Navidad. Todas estas reuniones tienen algo en común: se convierten en la oportunidad perfecta para compartir comidas y bebidas que tienden a excederse en calorías.
En las reuniones con la familia y amigos abundan alimentos hipercalóricos como el pan de pascua, galletas de Navidad, picadillos y dulces varios. En cuanto a los bebestibles encontramos el tradicional ‘cola de mono’, gran variedad de tragos y también jugos y bebidas con alto contenido calórico. Todos estos excesos hacen que la Navidad traiga consecuencias para la salud como el aumento de los niveles de colesterol, de azúcar en sangre y del ácido úrico; además de una mayor retención de líquidos, ganancia de peso y grasa corporal, además de subidas de la tensión arterial.
Si a esto le añadimos que se rompe la rutina y se reemplazan los hábitos saludables por otros más perjudiciales, como el alcohol o el tabaco, parece una combinación nada recomendable. Por ello, te dejamos estos 5 consejos para disfrutar de forma más saludable esta Navidad:
No olvides el ejercicio físico: El ejercicio mejora la calidad de vida y previene enfermedades, por eso es recomendable que antes de la comida de Navidad, te hagas un tiempo para hacer unos minutos de ejercicio. No es necesario que practiques deportes que requieran mucho esfuerzo físico, pero sí puedes adaptar lo que sueles hacer a esta época.
No privarse de las comidas, pero tampoco excederse: Si bien la comida navideña suele deleitar a todos los paladares, es de vital importancia mantener un consumo adecuado de alimentos y, en especial, de alcohol. Es por eso que se puede comer y beber de todo, pero con moderación. Los platillos elaborados con vegetales y bajos en azúcar suelen ser una excelente opción para cuidarse y evitar subir de peso
Mantenerse hidratado: El agua es un aliado para vivir una Navidad y nuestra vida en general, de forma saludable. Mantener una ingesta óptima puede contribuir a mejorar el tránsito intestinal para evitar dificultades digestivas. Asimismo, evita problemas asociados a la deshidratación.
Introducir comidas sanas al menú navideño: La Navidad no es enemiga de la comida sana. Es por eso que se debe encontrar la forma de introducir alimentos saludables como frutas, verduras o ensaladas en las cenas navideñas. A veces algo simple como añadir un acompañamiento verduras compensa el exceso de alimentos ricos en grasas y azúcares.
Consumir alcohol de forma moderada: En prácticamente todas las celebraciones el alcohol tiene un lugar reservado en la mesa. Cocteles como el ‘cola de mono’, el vino o el champán son brebajes imperdibles de la cena. Primero, es recomendable mantener el estómago lleno para que los brindis no te tomen ventaja. Además, hay que procurar balancear el alcohol con el consumo de agua. De esta forma se puede eliminar más fácil para evitar una fuerte resaca. Por último, para un cuidado más extremo, lo mejor es optar por bebidas cero alcohol.
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