¿Qué es la esclerosis múltiple?

La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad neurológica crónica que afecta a millones de personas en todo el mundo, especialmente al cerebro y a la médula espinal. Es una condición denominada como autoinmune, que tiene especial afectación en el sistema nervioso central y puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de quienes la padecen.

La EM puede manifestarse de diferentes maneras, ya que afecta a diferentes áreas del sistema nervioso central. Entre los síntomas más comunes se encuentran los problemas de movilidad, en donde la coordinación y el equilibrio son los primeros en ser visibles. Los pacientes pueden experimentar debilidad en las extremidades, dificultad para caminar o movimientos espasmódicos. Por otra parte, la fatiga o cansancio extremo es muy común en personas con esta patología. Es tal el agotamiento que puede ser debilitante y afectar la capacidad de llevar a cabo actividades diarias normales.

Por otra parte, están los problemas menos visibles físicamente, pero que afectan de igual o mayor medida a los pacientes con EM. Por ejemplo, los trastornos visuales como la visión borrosa, visión doble o pérdida parcial de la visión, pueden ser síntomas iniciales de la esclerosis múltiple. También las dificultades para hablar con claridad o para tragar alimentos y líquidos. Por último, también están los problemas cognitivos como la falta de memoria, dificultad para concentrarse y problemas de procesamiento del lenguaje.

Actualmente, no hay una cura definitiva para la esclerosis múltiple, pero sí existen opciones de tratamiento que pueden ayudar a controlar los síntomas y retrasar la progresión de la enfermedad. Algunas de las opciones de tratamiento más comunes incluyen:

Medicamentos modificadores de la enfermedad:
  • Estos ayudan a reducir la frecuencia y gravedad de los brotes de esclerosis múltiple, así como a retrasar la progresión de la patología. Algunos de los medicamentos más utilizados son el interferón beta, el acetato de glatiramero y el dimetilfumarato.

Medicamentos para el manejo de los síntomas:
  • Para tratar síntomas específicos como la fatiga, los espasmos musculares, el dolor y la depresión, se pueden recetar medicamentos como modafinilo, baclofeno, analgésicos o antidepresivos.

Terapia física y ocupacional:
  •  Estas terapias pueden ayudar a mejorar la movilidad, el equilibrio y la fuerza muscular, y a desarrollar habilidades para realizar actividades diarias de manera más efectiva.

Terapia de rehabilitación
  • La terapia de rehabilitación, incluyendo la terapia del habla y la deglución, puede ayudar a abordar problemas relacionados con el habla, la deglución y las funciones cognitivas.

Terapia emocional y de apoyo:
  • La esclerosis múltiple puede tener un impacto significativo en la salud emocional de los pacientes. La terapia y los grupos de apoyo pueden brindar un espacio seguro para compartir experiencias y recibir soporte emocional.

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