Enfermedades tiroideas y alteraciones relacionadas

La tiroides es una pequeña glándula con forma de mariposa ubicada en la base del cuello, la cual desempeña un papel crucial en el funcionamiento de nuestro cuerpo. Sin embargo, cuando la tiroides no trabaja correctamente, puede desencadenar una serie de problemas de salud. A pesar de su importancia, muchas personas desconocen el estado de su tiroides y cómo evaluarla.

La tiroides juega un papel crucial en nuestro organismo. Las hormonas tiroideas, además de encargarse de la regulación del metabolismo, influyen en el desarrollo y crecimiento de nuestro cuerpo, controlan el ritmo cardíaco, la temperatura corporal y la función cerebral, entre otros aspectos. Por lo tanto, cualquier desequilibrio en la producción de estas hormonas puede tener un impacto significativo en nuestra salud y bienestar.

La evaluación de la salud de la tiroides es fundamental para detectar posibles problemas tempranamente. Si experimentas síntomas como fatiga, cambios en el estado de ánimo y de peso inexplicables , sensibilidad al frío o calor, problemas de concentración o alteraciones en la piel y el cabello, es importante buscar la orientación de un profesional de la salud.

A continuación te dejamos 5 formas de evaluar la salud de la tiroides:

  • Examen físico y antecedentes médicos: Un médico puede comenzar evaluando la salud de tu tiroides a través de un examen físico, palpando la glándula tiroides en busca de cualquier hinchazón, nódulos o irregularidades. Además, se revisarán los antecedentes médicos para determinar si hay factores de riesgo o síntomas asociados a problemas de la tiroides.

  • Análisis de sangre: Los análisis de sangre son una herramienta común para evaluar el funcionamiento de la tiroides. Se pueden medir los niveles de hormonas tiroideas, como la hormona estimulante de la tiroides (TSH), la hormona tiroxina (T4) y la hormona triyodotironina (T3). Estas pruebas proporcionan información sobre si la tiroides está produciendo hormonas en cantidades adecuadas.

  • Pruebas de imagen: En algunos casos, se pueden realizar pruebas de imagen para evaluar la estructura y el tamaño de la tiroides. Esto puede incluir una ecografía tiroidea, que utiliza ondas sonoras para crear una imagen de la glándula, o una gammagrafía tiroidea, que implica la inyección de una pequeña cantidad de un material radiactivo seguido de la toma de imágenes.

  • Biopsia de nódulos tiroideos: Si se detectan nódulos en la tiroides durante el examen físico o las pruebas de imagen, es posible que se requiera una biopsia. Durante este procedimiento, se extrae una pequeña muestra de tejido del nódulo para su análisis en el laboratorio, lo cual ayuda a determinar si es benigno o maligno.

  • Evaluación de síntomas: Además de las pruebas mencionadas anteriormente, es esencial tener en cuenta los síntomas relacionados con problemas de la tiroides, como la fatiga, el aumento o la pérdida de peso inexplicada, los cambios en el estado de ánimo, la sensibilidad al frío o al calor extremos, la pérdida de cabello y la alteración del ciclo menstrual.

Compartir esta publicación