Luego de casi dos años de aulas virtuales y lecciones vía Zoom, este 2 de marzo se llevó a cabo el esperado retorno a clases presenciales. En donde no solo los niños, niñas y adolescentes volvieron en masa a sus casas de estudios, sino también madres y padres han tenido que adaptarse a esta nueva modalidad.
Esto conlleva, no solamente, a reforzar las medidas contra el Covid-19 como el uso de mascarillas, mantener la distancia física y una ventilación constante en las salas de clases, sino que también se deben tomar en cuenta varios aspectos psicológicos que afectan a nuestros hijos con el cambio de rutina que implica el paso de la virtualidad a la presencialidad.
A continuación, te damos 5 consejos para para comenzar el año escolar y volver a la rutina de la mejor forma posible:
Retomar la hora de dormir:
La pandemia llegó a cambiar varios aspectos de nuestra rutina casi por completo, la hora de dormir fue una de ellas. El hecho de no tener clases al día siguiente desordenó el horario de los más pequeños. Por eso se recomienda que al menos una semana antes de comenzar las clases, los chicos se levanten y acuesten más temprano para que así la adaptación a los horarios matutinos no sea tan abrupta.
Limitar el uso de los dispositivos electrónicos:
Aunque batallar en contra del uso de tablets, celulares y Smart tv es casi imposible, es necesario fijar límites en cuanto a los tiempos que pasamos con estos dispositivos. Para eso es necesario construir en conjunto con nuestros hijos un horario que equilibre el ocio, los juegos y las obligaciones académicas.
Cuidar la alimentación:
Al igual que muchos otros aspectos, nuestra forma de alimentarnos también cambió con la pandemia. Levantarse tarde, comer a deshoras y tentarse con golosinas fue la tónica de muchos niños en tiempos de encierro. Es por eso que es importante ordenar sus hábitos alimenticios y motivarlos con opciones ricas y saludables.
Comunicación afectiva:
Es normal que el regreso a clases genere cierto grado de estrés para los más pequeños, es por eso que la comunicación es fundamental para este proceso. Se deben normalizar y validar sus emociones, preguntarles como se sienten al respecto de esta vuelta a clases y estar atentos a cualquier conducta anormal que pueda desencadenar en algo mayor.
Fomentar las invitaciones sociales:
Se recomienda animar a los niños a invitar compañeros a la casa, con ello establecen vínculos con sus pares. Así, se les transmite que el ingreso al colegio involucra también mantener espacios recreativos.